La alianza BRICS está ganando consenso entre los países emergentes: alrededor de 40 naciones están interesadas en unirse, con el objetivo de reducir su dependencia del dólar estadounidense y fortalecer el comercio en monedas locales.
Veamos a continuación todos los detalles.
Summary
El rol del BRICS en la reducción global de la dependencia del dólar USA
En los últimos años, el sistema financiero global ha asistido a un creciente malestar hacia el predominio del dólar estadounidense.
Diversas economías emergentes están de hecho buscando alternativas que puedan fortalecer su autonomía económica y disminuir la dependencia de la moneda estadounidense.
En este contexto, la alianza BRICS, compuesta por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, representa una potencial vía de escape.
Informes recientes indican que alrededor de 40 países, provenientes sobre todo de Asia, África y Sudamérica, están evaluando la posibilidad de unirse a la alianza en 2024, con el objetivo común de liberarse de las «garras» del dólar.
El dominio del dólar estadounidense, aunque representa una fuente de estabilidad para algunas economías, es visto como un freno al crecimiento para muchas otras.
La excesiva dependencia de una sola moneda para el comercio y las reservas monetarias pone en riesgo las economías locales, especialmente en momentos de crisis económicas internacionales o de oscilaciones en el valor del dólar.
Los países en desarrollo están comenzando a percibir el sistema actual como una herramienta que limita el potencial de crecimiento económico.
Uno de los principales objetivos de la alianza BRICS es crear un sistema económico alternativo que permita a las economías emergentes fortalecerse autónomamente.
La idea de utilizar monedas locales para el comercio bilateral y multilateral está ganando terreno, ya que permite a estas naciones evitar los costos de conversión relacionados con el dólar estadounidense y reducir la exposición a las fluctuaciones de los tipos de cambio.
De este modo, pueden destinar mayores recursos al desarrollo de sus economías, reduciendo la dependencia del exterior.
Posible devaluación del dólar USA y el papel de China
David Lubin, investigador senior en el Global Economy and Finance Programme de Chatham House, declaró:
«La única cuestión política que une a los nueve miembros actuales de los BRICS y a los 40 miembros adicionales de los BRICS es el deseo común de escapar del dominio del dólar estadounidense.»
Este sentimiento representa una de las motivaciones principales que está empujando cada vez más países a mirar con interés a los BRICS.
La desdolarización, es decir, la progresiva reducción del uso del dólar estadounidense en los comercios internacionales, es una de las prioridades para muchas de las naciones involucradas.
Este proceso podría tener repercusiones significativas en numerosos sectores económicos de los Estados Unidos, ya que la reducción de la demanda de dólares podría llevar a una devaluación de la moneda misma.
Algunos estudios ya han hipotetizado que el poder adquisitivo del dólar podría caer drásticamente en los próximos años, pasando del 3% a cero en algunos escenarios extremos.
Además, el papel de China dentro de la alianza BRICS es particularmente crucial.
Gracias a su posición dominante en la economía global y a la creciente adopción del yuan en los comercios internacionales, Pekín podría ser la principal beneficiaria del movimiento de de-dollarización.
Como afirma Charles Chang, experto de S&P Global Ratings:
«No creo que las monedas de las economías más pequeñas como el dirham sean capaces de ganar escala global con el tiempo porque el volumen de los intercambios no está realmente allí, es aquí donde el renminbi (yuan) tiene más potencial.»
Esto significa que, mientras muchas naciones están tratando de diversificar sus reservas monetarias y el comercio internacional, el yuan chino podría emerger como la principal alternativa al dólar estadounidense.
Los desafíos de la de-dolarización
El fortalecimiento de los BRICS podría llevar a una mayor cooperación entre las economías emergentes. En particular, facilitando el comercio y las inversiones directas entre ellos, sin tener que pasar por el filtro de las monedas occidentales.
El uso de las monedas locales podría representar una ventaja competitiva para estas naciones.
En concreto, permitiéndoles proteger mejor sus propias economías de las oscilaciones de los mercados internacionales y evitar el riesgo de depender de políticas monetarias externas.
Sin embargo, todavía hay varios desafíos que enfrentar antes de que la de-dollarizzazione pueda realmente ganar terreno a gran escala.
En primer lugar, muchos de estos países deberán reforzar sus infraestructuras financieras y adoptar políticas que hagan sus monedas más estables y confiables.
Además, la dependencia del dólar no puede ser eliminada de la noche a la mañana. Requerirá de hecho tiempo, cooperación internacional y una visión compartida entre los miembros de la alianza BRICS y sus futuros adherentes.
En conclusión, el interés de aproximadamente 40 países por unirse a los BRICS demuestra que existe una creciente conciencia entre las economías emergentes sobre la necesidad de reducir la dependencia del dólar estadounidense.
Mientras el proceso de de-dollarizzazione está aún en sus inicios, los BRICS representan una plataforma cada vez más relevante para promover un orden económico multipolar, en el que las monedas locales puedan jugar un papel de primer plano.
El futuro podría ver un desplazamiento progresivo del centro de gravedad económico mundial hacia un sistema más equilibrado y diversificado.