Durante la Paris Blockchain Week, un panel dedicado a la intersección entre inteligencia artificial (AI), Web3 y marcas de lujo puso el foco en uno de los temas más candentes de la innovación tecnológica: cómo combinar la personalización extrema con el respeto a la identidad y los valores de la marca.
Summary
La experiencia es el nuevo lujo: IA como motor de personalización
En el sector del lujo, cada detalle cuenta. Y hoy más que nunca, la experiencia personalizada es un activo fundamental. Como explicaron los ponentes, la inteligencia artificial puede convertirse en una herramienta poderosísima para crear interacciones a medida, aprovechando datos recopilados a través de billeteras digitales, pruebas de participación (proof of attendance) e identidades descentralizadas.
Imaginemos, por ejemplo, un cliente fiel de una marca de alta moda. Gracias al análisis de los datos contenidos en su wallet, la IA podría saber si ha participado en eventos exclusivos, qué productos ha comprado, qué preferencias ha expresado en el pasado. Esto permitiría a la marca ofrecer un tratamiento VIP, sugiriendo colecciones ad hoc, eventos reservados o incluso vinos para acompañar una cena según los gustos personales del cliente.
La creatividad es insustituible, pero la IA potencia el servicio
Aunque se reconoce el progreso extraordinario de la IA, los ponentes subrayaron que los diseñadores, directores creativos y narradores siguen siendo insustituibles. La IA no reemplazará la creatividad humana, pero puede ampliar su impacto a través de experiencias inmersivas y personalizadas.
Aquí entra en juego el agente AI (agentic AI): un modelo capaz de dialogar con el usuario de manera proactiva, adaptándose a sus necesidades en tiempo real. Es un cambio de paradigma: del consumidor pasivo al miembro activo de una comunidad descentralizada.
El dilema de la marca: innovar sin perder el control
El equilibrio entre la innovación y la protección de la marca es delicado. Las empresas de lujo apuestan por la autenticidad, la exclusividad y estándares de calidad altísimos. Por eso, la idea de confiar en modelos de IA generalistas, como los proporcionados por OpenAI o Anthropic, puede suscitar preocupaciones: sesgos en los datos, pérdida de control sobre el tono de la marca, riesgos reputacionales.
¿La solución? Utilizar modelos open source, personalizables y entrenables con datos propietarios. Una marca como Christian Louboutin, por ejemplo, podría desarrollar su propio LLM (large language model) en infraestructuras seguras, accesibles solo internamente, garantizando coherencia con sus propios valores.
Infraestructura descentralizada: la nueva frontera del training AI
El otro gran tema abordado fue la explosión de la potencia computacional necesaria para entrenar modelos de IA cada vez más complejos. De GPT-1 (100 millones de parámetros) a GPT-4 (1,8 trillones), es evidente la tendencia exponencial.
El futuro del entrenamiento de IA pasa por infraestructuras descentralizadas y accesibles. Proyectos como DeepSeek, que proponen modelos reasoning open source, permiten a realidades más pequeñas entrenar IA avanzadas con costos reducidos, preservando su propia independencia tecnológica.
Otro punto clave se refiere a la comprensión de los token, las unidades mínimas de lenguaje elaboradas por los modelos de IA. Un modelo de razonamiento elabora hasta 20 veces más token en comparación con un LLM estándar, requiriendo una potencia computacional aún mayor.
Supercomputadoras como el clúster Colossus de Elon Musk, con más de 100.000 GPU, representan solo el comienzo de esta carrera armamentista computacional.
Conclusión: es tiempo de construir, sin perder identidad
El panel concluyó con una reflexión clave: no existe una receta única para aplicar la IA en los sectores de gama alta. Pero una cosa es segura: las marcas deben experimentar, manteniendo el control sobre su propia narrativa y adoptando soluciones seguras, éticas y transparentes.
En un mundo donde cada cliente puede convertirse en un miembro activo de la comunidad gracias a los monederos digitales e identidades verificables, la IA ya no es solo una herramienta: es un aliado estratégico.
El futuro del lujo es impulsado por datos, a medida, descentralizado. Y ya ha comenzado.
