Hace unos días, el BlackRock Investment Institute de BlackRock publicó las tres lecciones sobre las inversiones que se pueden extraer de 2024.
Además de estas tres lecciones, han publicado también un análisis que comenta los principales eventos ocurridos en los mercados financieros en el año recién concluido.
Summary
Las tres lecciones de 2024 según BlackRock
La primera lección que el BlackRock Investment Institute ha aprendido de 2024 es la de apoyarse en los cambios narrativos.
Escriben que el 2024 ha reforzado el hecho de que se trata de una transformación económica, no de un ciclo económico, llevándolos a confiar en los movimientos de mercado guiados por otras interpretaciones, y a esperar volatilidad.
La segunda lección es la de examinar también el contexto en el que operan los mercados, además de analizar los mercados mismos.
Por ejemplo, señalan cómo las acciones estadounidenses han aumentado más del 20% en 2024, pero impulsadas principalmente por los principales títulos tecnológicos, mientras que los rendimientos de los títulos del Tesoro de EE. UU. cerraron el año por encima del 4,50% debido a que los mercados han descontado los recortes de tasas de la Fed.
La tercera lección es que mucho dependerá de lo que suceda en estos días, dado que las expectativas del mercado se han reducido a solo dos recortes de tasas de la Fed durante el 2025.
En resumen, el 2024 nos ha ayudado a dar forma a nuestras perspectivas para el 2025, partiendo de la transformación económica en curso (que no es un simple ciclo económico como los demás), pasando por las oportunidades que se están creando a partir de estos equívocos, y llegando a esperar lo inesperado, dado que la transformación y los cambios políticos también pueden crear sorpresas y volatilidad.
Las tasas de interés como factor clave
La clave de lectura principal del análisis de BlackRock Investment Institute parece ser la relacionada con las tasas de interés.
De hecho, indican que podríamos vernos obligados a abrazar la idea de tasas más altas por un período de tiempo más largo de lo previsto.
Se entra en 2025 con un escenario macroeconómico inusual, también porque el año pasado los indicadores de recesión, ampliamente probados, en realidad fallaron.
En particular, la inflación ha disminuido aunque el crecimiento se ha mantenido por encima de la tendencia histórica, y la Fed ha recortado las tasas en 100 puntos base a pesar de que las condiciones financieras ya eran fáciles.
Datos que no están en línea con las interpretaciones clásicas del ciclo económico han llevado a respuestas de mercado desproporcionadas y a bruscos cambios de la narrativa.
BlackRock: transformación y oportunidad
En un tal marco, afirman que la mayor volatilidad del mercado crea «abundantes oportunidades de inversión».
Por ejemplo, citan las perspectivas fluctuantes de la Fed, que ha pasado de hablar de un ciclo de relajación a una verdadera recalibración.
En la base de este razonamiento está precisamente la consideración de que lo que está en marcha no es un ciclo económico clásico, sino una verdadera transformación.
Escriben:
«Vemos mega fuerzas, o cambios estructurales, que remodelan economías y mercados».
Además, tal transformación podría incluso modificar las tendencias a largo plazo, abriendo así espacios para una amplia gama de oportunidades.
A la luz de ello afirman que siguen siendo propensos al riesgo, pero manteniendo un ojo en varias señales que podrían terminar por hacer cambiar la visión, si llegaran a surgir otros escenarios más probables, como aquel según el cual el crecimiento podría también no lograr volver a las tendencias históricas.
Rapidez y volatilidad
El BlackRock Investment Institute también señala que dicha transformación podría ocurrir rápidamente.
De aquí la idea de que pueda ir acompañada de una cierta volatilidad, y de más sorpresas de lo habitual.
Por otro lado, se espera ver cambios rápidos también en el ámbito político, tanto como para imaginar incluso la posibilidad de trastornos y sorpresas, dentro de un mundo ya más frágil debido a la creciente competencia estratégica entre Estados Unidos y China.
El riesgo clave, a nivel político, para el 2025 se identifica en el proteccionismo comercial (es decir, los aranceles).
Conclusión
En conclusión, en lo que respecta al mercado americano, la preocupación sigue siendo la de un posible regreso de la inflación, y por lo tanto, la imposibilidad para la Fed de proceder a muchos recortes de las tasas.
El informe no dibuja un escenario posible para 2025, también porque varias veces subraya la posibilidad de que ocurran sorpresas, o incluso trastornos.
Se concentra en cambio precisamente en los cambios, y en particular en las novedades imprevistas que hacen más difícil la interpretación de la situación actual, a la luz de las teorías económicas clásicas.
Sin embargo, en un tal escenario, si por un lado hay seguramente mayor incertidumbre, por otro lado hay también la posibilidad de que la volatilidad permanezca elevada en los mercados financieros, y esto de hecho crea buenas oportunidades (o, al menos, debería crearlas).
Será necesario, por lo tanto, permanecer alerta y no dar nada por sentado, con un ojo particular en la economía de EE. UU. y en la política monetaria de la Fed.