A partir del 23 de abril, Google aplicará una nueva política para los anuncios relacionados con crypto en Europa. ¿El objetivo? Reforzar la regulación del sector, en línea con el marco normativo europeo MiCA (Markets in Crypto-Assets) y la regulación CASP (Crypto Asset Service Provider). La medida, anunciada en una actualización oficial de la política fechada el 24 de marzo, representa un paso importante hacia una mayor protección de los inversores, pero también plantea interrogantes sobre el posible impacto para los pequeños operadores del sector.
Summary
Google establece nuevas reglas para los anuncios crypto: qué cambia con el MiCA
A partir del 23 de abril, todas las plataformas de intercambio de criptomonedas y los monederos digitales que deseen publicitar sus servicios en Google en los países europeos deberán poseer una licencia conforme al reglamento MiCA o CASP. Además, deberán cumplir con cualquier requisito legal local adicional, impuesto a nivel nacional, y obtener una certificación por parte de Google.
La nueva política será válida en casi toda la Unión Europea, incluidos países como Italia, Francia, Alemania, España, Suecia, Países Bajos, Polonia, Grecia, Irlanda y muchos otros. En total, están involucrados 27 Estados miembros.
Google ha aclarado que las violaciones de la nueva política no resultarán en suspensiones inmediatas de las cuentas publicitarias. En caso de infracción, se emitirá un aviso con al menos siete días de anticipación antes de proceder a eventuales suspensiones. Este enfoque gradual tiene como objetivo dar a los anunciantes el tiempo necesario para adaptarse a las nuevas reglas.
El contexto normativo: MiCA y CASP
El cambio en la política publicitaria de Google llega después de la entrada en vigor, en diciembre de 2024, del reglamento MiCA, el primer marco normativo completo para los activos digitales adoptado a nivel europeo. El MiCA introduce requisitos estrictos en materia de antiblanqueo de capitales (AML), transparencia financiera y protección de los inversores, con el objetivo de reducir los riesgos relacionados con estafas y fraudes, como los que caracterizaron el período de las Initial Coin Offerings (ICO) antes de 2023.
Según Hon Ng, Chief Legal Officer de Bitget, la nueva política de Google representa una “espada de doble filo” para el sector de las criptomonedas. Por un lado, la adopción del marco MiCA contribuye a filtrar a los operadores no regulados, mejorando la seguridad para los inversores. Por otro lado, la aplicación estricta de las nuevas reglas podría resultar excesivamente restrictiva, especialmente para las entidades más pequeñas.
Ng subraya que los requisitos de capital impuestos por el MiCA — que varían entre 15.000 y 150.000 euros — podrían representar un obstáculo significativo para las pequeñas plataformas de intercambio. Además, la necesidad de obtener una doble certificación (por parte de Google y de las autoridades locales) corre el riesgo de aumentar los costos de cumplimiento y ralentizar la innovación en el sector.
Riesgos de desalineación entre regulaciones y enforcement
Otro punto crítico se refiere a los tiempos de implementación de las normativas a nivel nacional. Dado que los períodos de transición para la adaptación a las licencias MiCA varían de país a país, podrían crearse vacíos temporales en la aplicación de las reglas, con consecuentes dificultades para las empresas en garantizar el pleno cumplimiento.
Ng advierte que, sin una implementación flexible, las nuevas reglas podrían terminar por sofocar la innovación, en lugar de fomentarla. “Estas medidas son un paso adelante para la confianza en el sector, pero se necesita flexibilidad para evitar penalizar a quienes quieren innovar,” declaró.
¿Una medida más protectora para Google que para los inversores?
No todos, sin embargo, ven en este movimiento un cambio épico. Mattan Erder, Asesor General de la red blockchain descentralizada Orbs, considera que la actualización de la política está más orientada a proteger a Google de posibles responsabilidades legales, en lugar de proteger directamente a los inversores.
Según Erder, el impacto real de esta decisión dependerá de la aplicabilidad efectiva de las normativas MiCA y CASP. Si estas resultan ser onerosas, costosas y accesibles solo para los grandes operadores, las pequeñas empresas podrían encontrarse en serias dificultades para competir en los mercados europeos.
Un equilibrio delicado entre regulación e innovación
La nueva política de Google refleja una tendencia creciente hacia la regulación del sector crypto, en respuesta a las numerosas críticas surgidas en los últimos años. Sin embargo, el equilibrio entre seguridad normativa y espacio para la innovación sigue siendo frágil. Si bien es fundamental proteger a los usuarios de fraudes y operadores no autorizados, por otro lado, es igualmente importante no sofocar a las startups y las realidades emergentes que representan el motor de la innovación en el sector.
Con la entrada en vigor de la nueva política, será interesante observar cómo reaccionará el mercado y si las autoridades europeas sabrán garantizar una aplicación coherente y equilibrada de las nuevas reglas.
Conclusión: un giro necesario, pero no exento de riesgos
La actualización de la política publicitaria de Google representa un paso crucial hacia una mayor regulación del mundo de las criptomonedas en Europa. La alineación con el marco normativo MiCA y CASP podría contribuir a crear un ecosistema más seguro y transparente, pero solo si va acompañada de una aplicación flexible y atenta a las necesidades de las diferentes realidades del sector.
El éxito de esta iniciativa dependerá de la capacidad de equilibrar el rigor normativo y el apoyo a la innovación, evitando que las nuevas reglas se conviertan en una barrera insuperable para quienes desean ingresar al mercado de manera legal y responsable.